28 febrero 2008

FORMULA PARA HACER JABÓN CASERO

El aceite usado (oliva, girasol, soja, colza...) que nos sobra en la cocina, por ejemplo de freir huevos o patatas, si esta limpio -y una vez filtrado (con una manga de café por ejemplo)- puede volver a utilizarse otra vez. Sin embargo no es recomendable reutilizarlo más de dos veces o, por supuesto, si está quemado.
Otros aceites usados no pueden reutilizarse ya que huelen o saben mal: a pescado, carne, espárragos o cualquier otro alimento que puede alterar el sabor del nuevo guiso.
El aceite usado nunca debe de tirase por los desagües, es altamente contaminante y dificil de eliminar en las depuradoras. La mayoría de los ayuntamientos ponen a nuestra disposición lugares donde se puede depositar este aceite.
Una alternativa de uso es la fabricación de jabón casero saponificando el aceite con sosa caústica. (Saponificar: del lat. sapo, -onis, jabón, y -ficar. 1. tr. Quím. Hidrolizar un éster, fundamentalmente para fabricar jabones. DRAE).
La fórmula es la tradicional para obtener un jabón sólido de uso universal (cocina, aseo personal... etc). Es blanquecino y no huele a nada, sólo a jabón (aunque el aceite sea de pescado). Si queremos otro color y olor podemos añadir unas gotas de colorante y de esencia de plantas aromáticas
Ingredientes
  • 1 litro de aceite usado de freir filtrado.
  • 1 litro de agua
  • 175-200 g de sosa caústica, NaOH
  • Para otras cantidades se debe de utilizar siempre el mismo volumen de agua que de aceite y la cantidad de sosa será proporcional (para 3 l de aceite, 500 g de NaOH. para 1/2 l, 80-90 g de NaOH...)
Elaboración
En primer lugar hay que tener en cuenta que la sosa es muy corrosiva y hay que manejarla con mucha precaución -para que no salpique a la piel- y con guantes de goma.
En un recipiente resistente al calor (metal, plástico...) Se echa la sosa caústica junto con el agua y se remueve con una cuchara larga de madera hasta su completa disolución (aprox al 20%).
A continuación se echa el aceite sobre la disolución de sosa despacio y de forma continua y sin parar de remover en el mismo sentido durante un tiempo que puede oscilar entre los 20 minutos y la hora hasta que la mezcla sea homogénea y espese (que tenga la misma textura que una mahonesa espesa).
Si durante el proceso la mezcla se licuara o no espesase lo suficiente -se dice que el jabón "se ha cortado"- la pondremos al fuego lento, extremando las precauciones, y agitaremos hasta que vuelva a espesar.
Una vez obtenida la textura deseada se pone la mezcla en un molde: una caja de madera o de cartón con papel o periódicos en la base para que se escurra bien. Se pueden utilizar otros recipientes como los terabric de leche o de zumo abiertos, sin una de sus caras laterales y cubierto de papel de periódico.
Se deja reposar la mezcla en el molde hasta que solidifique totalmente: dos o de tres días. Antes retiraremos durante la primera hora el poco aceite (si hay) que sobrenade al jabón.
Es conveniente cortarlo en tacos con un cuchillo durante el primer día ya que más tarde endurece mucho y es más complicado sacar bien las pastillas.
Antes de utilizarlo y una vez seco se puede repasar (raspar) la superficie con un cuchillo para eliminar los restos de sosa que pudieran quedar.

27 febrero 2008

POTAJE DE SEMANA SANTA (sin bacalao)

Esta es una receta sencilla y rápida para que disfruten de un potaje muy digno todas y todos aquellos que no tienen mucho tiempo para guisar y, además, no les gusta el bacalao (Gadus morrhua)

Ingredientes
  • 1 tarro 500 g de de garbanzos cocidos
  • 1 tarro de 500 g de judias blancas tambien cocidas
  • 1 paquete de 250 g de espinacas congeladas
  • 2 huevos duros
  • Una rebanada de pan para freir
  • 1 cebolla grande
  • 1 cabeza de ajos
  • Unas hebras de azafrán en rama
  • Unas hojas de laurel
  • Perejil
  • Aceite de oliva virgen
  • Sal.

Preparación

Se mezclan y lavan muy bien -al grifo, bajo el chorro- las legumbres (garbanzos y judias) y se ponen al fuego en una cazuela o en una olla apenas cubiertas de agua y con unos dientes de ajo sin pelar, una hoja de laurel y el casco (primeras capas superficiales) de la cebolla. Se lleva a ebullición a fuego (o placa) muy lento.

Se hierven las espinacas (según las instrucciones del paquete) con abundante agua -que luego se escurrira- y sal.

Se corta y pica muy fina la cebolla y se pone a freir muy despacio, a fuego lento para que no se queme, hasta que se poche y quede transparente.

Se frie la rebanada de pan sin que se queme.

Se majan (machacan) en un mortero con un poco de sal, 2 dientes de ajo pelados, un poco de perejil, la rebanada de pan frito, el azafrán y media yema de huevo duro. Una vez obtenida una pasta más o menos homogenea añadimos agua hasta llenar el mortero.

Echamos el contenido del mortero y la cebolla frita sobre las legumbres que ya estaban hirviendo muy despacio, llevamos todo a ebullición y la mantenemos muy lenta durante 10-15 minutos. Entonces retiramos con una cuchara los ajos y el casco de cebolla y añadimos las espinacas escurridas y troceadas. Mantenemos la ebullición durante 5-10 minutos más y rectificamos de sal si es necesario. Por último cortamos el huevo en láminas y lo añadimos al guiso un poco antes de apagar el fuego.

Es muy importante no remover con la cuchara para que no se rompan las legumbres, si es necesario agitamos suavemente toda la olla cogiéndola por las asas.

Esta comida se puede hacer el día anterior -a mi personalmente me gusta más de un día para otro- ya que no hay ningún problema en calentarla de nuevo antes de servir.

La combinación de legumbres y verdura con el huevo hacen del potaje un plato único muy nutritivo y equilibrado. Buen provecho.

01 febrero 2008

DORADA AL HORNO (Sparus aurata L)

Con esta misma receta que, como casi todas, me la ha pasado la abuela, hago el besugo al horno. Aunque no es besugo, la dorada así también está muy rica, al menos eso es lo que me han dicho. Yo sobre gustos no suelo opinar (no debo, o no quiero opinar) por dos o tres razones: una, ya se ha escrito bastante; dos, no sería objetivo y -primera y principal- porque, como bien saben los que me conocen, no me gusta el pescado. Nadie es perfecto.
Entre las cualidades de la dorada destaca una muy importante, y que siempre debe tenerse en cuenta: es generalmente un pescado de crianza y por lo tanto barato.

Ingredientes
1 ó 2 doradas
2 cebolla
2 tomates maduros
1 ó 2 limones
Ajo y perejil
Aceite de oliva virgen
Pimienta y sal
Preparación
Limpiamos y abrimos la dorada o las doradas "como un libro": Por la zona ventral y retirando con un buen cuchillose la espina central, la raspa, pero sin separar los dos lomos (se lo podemos pedir así al pescadero).
Salpimentamos y regamos con unas gotas de limón el interior y el exterior.
Hacemos unas rajas transversales en uno de los lomos y metemos media rodaja de limón en cada una de ellas.
Pelamos las cebollas y las cortamos en rodajas muy finas que iremos colocando hasta cubrir totalmente el fondo de una besuguera, o de cualquier otra cazuela que se pueda meter en el horno, pondremos, a continuación y encima de la cebolla, el tomate cortado también en rodajas muy finas. Salamos muy ligeramente.
Sobre este lecho colocamos el pescado con el lomo que tiene las rodajitas de limón hacia arriba.
Picamos muy finos el ajo y el perejil, mezclamos y se lo añadimos por encima a la dorada y al lecho de cebolla y tomate.
Rociamos todo generosamente con un buen chorro de aceite virgen y lo ponemos en el horno a 180-200ºC durante un tiempo que va a oscilar ente los 10 y 20 minutos dependiendo del tamaño de la dorada.
Buen provecho y... ya me contaréis