27 febrero 2008

POTAJE DE SEMANA SANTA (sin bacalao)

Esta es una receta sencilla y rápida para que disfruten de un potaje muy digno todas y todos aquellos que no tienen mucho tiempo para guisar y, además, no les gusta el bacalao (Gadus morrhua)

Ingredientes
  • 1 tarro 500 g de de garbanzos cocidos
  • 1 tarro de 500 g de judias blancas tambien cocidas
  • 1 paquete de 250 g de espinacas congeladas
  • 2 huevos duros
  • Una rebanada de pan para freir
  • 1 cebolla grande
  • 1 cabeza de ajos
  • Unas hebras de azafrán en rama
  • Unas hojas de laurel
  • Perejil
  • Aceite de oliva virgen
  • Sal.

Preparación

Se mezclan y lavan muy bien -al grifo, bajo el chorro- las legumbres (garbanzos y judias) y se ponen al fuego en una cazuela o en una olla apenas cubiertas de agua y con unos dientes de ajo sin pelar, una hoja de laurel y el casco (primeras capas superficiales) de la cebolla. Se lleva a ebullición a fuego (o placa) muy lento.

Se hierven las espinacas (según las instrucciones del paquete) con abundante agua -que luego se escurrira- y sal.

Se corta y pica muy fina la cebolla y se pone a freir muy despacio, a fuego lento para que no se queme, hasta que se poche y quede transparente.

Se frie la rebanada de pan sin que se queme.

Se majan (machacan) en un mortero con un poco de sal, 2 dientes de ajo pelados, un poco de perejil, la rebanada de pan frito, el azafrán y media yema de huevo duro. Una vez obtenida una pasta más o menos homogenea añadimos agua hasta llenar el mortero.

Echamos el contenido del mortero y la cebolla frita sobre las legumbres que ya estaban hirviendo muy despacio, llevamos todo a ebullición y la mantenemos muy lenta durante 10-15 minutos. Entonces retiramos con una cuchara los ajos y el casco de cebolla y añadimos las espinacas escurridas y troceadas. Mantenemos la ebullición durante 5-10 minutos más y rectificamos de sal si es necesario. Por último cortamos el huevo en láminas y lo añadimos al guiso un poco antes de apagar el fuego.

Es muy importante no remover con la cuchara para que no se rompan las legumbres, si es necesario agitamos suavemente toda la olla cogiéndola por las asas.

Esta comida se puede hacer el día anterior -a mi personalmente me gusta más de un día para otro- ya que no hay ningún problema en calentarla de nuevo antes de servir.

La combinación de legumbres y verdura con el huevo hacen del potaje un plato único muy nutritivo y equilibrado. Buen provecho.

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